Omorate

Omorate. Siguiendo la polvorienta pista, nos adentramos en territorio Karo, otra de las etnias existents en el lugar y enemigos ancestrales de los Mursi. Más pacificos que los primeros pero no menos interesantes. Sus aldeas son mucho mayores que los anteriores y el colectivo es mucho mayor. Pequeñas chozas con una pequeñisima puerta de acceso, sorprenden como habitat de estas gentes que acostumbran a ser de una altura por encima de la media. Los hombres son altivos y se pavonean con sus cuerpos desnudos y totalmente pintados, sus casquetes craneares, hechos con arcilla y normamente tocados con una pluma de alguna de las aves del lugar dan el toque final a su tocado. En las mujeres destaca el pircing labial que acostumbran a lucir, una pequeña perforación en el labio inferior es utilizadada para introducirse o pequeños trozos de Madera o clavos de hierro y al igual que lso hombres sus cuerpos y sobre todo sus caras estan plenamente decoradas con coloridos colores.

Tanto en hombre como mujeres es habitual el practicarse escarificaciones, pequeños cortes en la piel, realizando dibujos sobre ella, dentro de las cuales se introducen pequeños trozos de madera o semillas, con el objetivo de que una vez cicatrizados estos sobresalgan, creando pequeñas protuberancias cutaneas, que refuerzan la presencia de esos dibujos, estas son practicadas con afiladas cuchillas.

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