Viajar a Etiopía y el sentido del gusto. Por Xavier Gil

Uno de los placeres del viaje, es el de conocer otras culturas e implicarte al máximo con ellas y que mejor que lograrlo a través de su gastronomía y Etiopía en este caso no es distinta al resto de países y nos ofrece un buen abanico de posibilidades gastronómicas, que nos permitirá conocer sabores desconocidos hasta ese momento.

DEL SABOR DE LA INJERA, EN EL TRADICIONAL YOD ABYSSINIA, A UNA REFRESCANTE CERVEZA SAINT GEORGE EN CUALQUIER RECÓNDITO LUGAR DEL PAÍS.
Durante un viaje por Etiopía, nos habremos dado cuenta, que la comida por excelencia que la mayoría de la población come de manera diaria es la tradicional Injera, consistente en una base similar a una pizza, hecha con teff, un cereal endémico de Etiopía, de un sabor avinagrado.
Esta base es utilizada como si de un plato se tratase, repartiendo por encima de ella, todo tipo de ingredientes, pollo, ternera, legumbres, verduras, etc, etc. La Injera se arranca con la mano derecha y se utiliza para envolver los ingredientes que se encuentran encima de ella, para podértelos llevar  a la boca de una manera limpia.

Si se quiere degustar la injera y a la vez disfrutar de un entorno singular, no hay que perderse la experiencia de hacerlo en algunos de los restaurantes repartidos por Addis Abeba, como el Yod Abyssinia, en el que amenizan la comida con música y bailes tradicionales.
Habitualmente repletos de gente, sentada en pequeñas banquetas redondas alrededor del Mesop, una tradicional cesta redonda, decorada con característicos diseños y de fuertes colores, que hace de mesa para ubicar la injera. El fuerte sonido lanzado por atronadores altavoces, hacen imposible la conversación, mientras que agiles bailarines deleitan al público danzando al son de las distintas piezas musicales, que representan las distintas culturas étnicas de todo Etiopía, las cuales hacen poner en pie a muchos de los asistentes locales, que se ven arrancados de sus sillas, al no poder contener el ritmo de sus piernas y sus hombros, dejándose ir en un frenesí de baile y canticos llevando a más de uno a un estado de desenfreno total.

Toda buena comida ha de ir regada con una buena bebida, en el caso de Etiopía, empiezan a producirse distintos vinos y hasta se pueden encontrar alguna botella de champagne local, de todas maneras la bebida por antonomasia en todo el país es la cerveza, de la cual, hay a día de hoy distintas marcas, pero entre todas hay una que destaca, por su sabor y por haberse transformado en un icono de un viaje por Etiopia, su nombre es Saint George.

Hay momentos viajeros por Etiopía, que te obligan a alejarte a lugares en donde no existe la más mínima infraestructura y en donde el calor habitualmente aprieta muy y muy fuerte, lo que hace que el recuerdo de una fría y refrescante Saint George, se transforma en un objetivo a cumplir, ayudándote a afrontar situaciones incomodas, las cuales se hacen más llevaderas, pensando en que dentro de unos días, vamos a pasar de estar del mismísimo infierno en la depresión del Danakil, a enfrentarte a destapar una helada cerveza, recién salida de una antigua nevera repleta de hielo, la cual va a transformar un momento muy habitual en nuestra vida cotidiana, en una verdadera experiencia para nuestros sentidos, aportándonos un suministro extremo de positivismo, del todo necesario para afrontar de nuevo, otros grandes retos viajeros.

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