Los motivos para viajar a Etiopía no se acaban nunca, pero principalmente es porque es un lugar de La Tierra de enorme relevancia en la historia de los seres humanos.
¿Por qué viajar a Etiopía?
1. Etiopía se considera el origen de los primeros asentamientos de la humanidad, destacando el descubrimiento paleontológico en 1974 de “Lucy” considerada la primera mujer del mundo y en 2006 de “Selam” el primer homínido infantil. Lo cierto es que viajar a Etiopía es redescubrir la historia de la humanidad.
2. Porque es un país con un interés histórico extraordinario, ya que es uno de los más antiguos del mundo con unos 3000 años de historia y es el origen del reino de Axum, uno de los mayores que han existido en la historia de les civilizaciones terrestres.
Igualmente se atribuye a Etiopía el mítico reino de Saba, cuyos orígenes no están claros e incluso para algunos estudiosos se confunde con el de los axumitas. También existe la leyenda según la que el Arca de la Alianza descansa en la iglesia de Nuestra Señora de Sion. Son múltiples los legados del incalculable patrimonio cultural y arqueológico que se hacen patentes en todo viaje a Etiopía.
3. Porque es una nación absolutamente original como demuestra el hecho de ser el único país de África que nunca ha sido colonizado, por lo que su cultura y su desarrollo han seguido siempre el libre camino de la propia voluntad de sus íncolas. Su espectacular orografía propia ha contribuido a ello de forma decisiva al aislar al país de sus vecinos africanos.
4. Porque es un estado con una interesante diversidad cultural, dentro de un país que es el segundo más poblado del continente africano con unos 85 millones de habitantes. En Etiopía se hablan cerca de 100 lenguas y unos 200 dialectos, lo que representa una riqueza lingüística excepcional con gran presencia del vocabulario amhárico, un idioma semítico que es la lengua oficial, cuyo alfabeto no es latino e incluye sonidos explosivos de carácter gutural difíciles de pronunciar para los occidentales. Cada zona del país está poblada dominantemente por diferentes etnias con costumbres, estilos de vida y religiones distintas.
5. Porque la tolerancia acerca de la libertad religiosa y de pensamiento es patente, siendo evidente la coexistencia entre las diferentes doctrinas. Se profesan cultos al cristianismo, al islam, al judaísmo y al animismo, todos ellos conviviendo con tolerancia mutua. Una prueba impresionante del interés de la cultura religiosa etíope, son las maravillosas y enigmáticas iglesias excavadas en la piedra de Lalibela, consideradas la octava maravilla del mundo. La diversidad etíope nos permite conocer tribus independientes y con orígenes ancestrales como los Surma, los Hamer, los Mursi, los Afar y otras más.
6. Porque el carácter de los etíopes es animoso y férreo, como se desprende del esfuerzo y el tesón de sus gentes por mejorar día a día, lo que está redundando en la reducción del nivel de pobreza.
Este carácter se traduce en un dinamismo que hace crecer la economía cada año y contribuye a terminar con la desigualdad endémica del continente africano. Otra gran demostración de la dureza y determinación de los etíopes, se refleja contemporáneamente en los éxitos de sus grandes atletas de fondo como Abebe Bikila, Haile Gebreselassie, Kenenitsa Bekele y muchos otros.
7. Porque la geografía es extraordinariamente relevante, ofreciendo incontables espectáculos visuales que la muestran en estado puro con continuos contrastes entre sabanas y bosques frondosos, ríos y montañas o volcanes, regiones verdes o lagos y parajes desiertos.
El contraste geológico de Etiopía queda plasmado al comparar la cumbre Ras Dashen, su punto más alto con 4600 metros, con la depresión de Danakil, a 150 metros por debajo del nivel del mar, que es la zona más baja de la Tierra. Además, esta naturaleza única, es cuna de una fauna y flora muy diversa, con un importante número de especies endémicas de plantas y de diversas especies autóctonas de mamíferos y aves.
8. Porque la naturaleza del país está cuidada y preservada, como prueban las diversas áreas naturales protegidas y los 10 Parques Nacionales que posee Etiopía. Prueba del amplio interés natural del país son los 9 lugares declarados Patrimonio Mundial por la Unesco. También existen lugares de reconocida fama en forma de parajes tan variados y fantásticos como el desierto del Danakil, la espectacular caldera del Erta Ale aún activa, la fresca región montañosa de Lalibela, los verdes valles del Tekezé y del Nilo Azul con sus lagos grandiosos como mares, los valles bajos del Omo y del Awassh, o las montañas Simien.
9. Porque es un país abierto, tal como se comprueba con la extraordinaria amabilidad de sus gentes, que por sus características en principio parecen reservadas, pero que saben acoger con suma cordialidad y respeto a todos sus visitantes. También contribuye a este carácter la garantía de alta seguridad en un país donde los atracos u otros delitos son muy escasos.
10. Porque se distingue de los estereotipos típicos de África gracias a su absoluta singularidad, siendo un país donde, por ejemplo, abundan las vestiduras tradicionales blancas tanto para hombres como para mujeres, fruto del dominio de la religión dominante que es el cristianismo ortodoxo. También resulta llamativamente singular su gran capital Addis Abeba especialmente atractiva con su mezcla de caos y de lugar acogedor.
11. Porque la gastronomía es apreciada y posee una amplia diversidad, teniendo en cuenta que la cocina etíope es deliciosa y surtida. Su plato más típico es la Injera, consistente en pan fermentado sobre el que se pone carne, pescado, verduras o un espeso puré de lentejas. La costumbre es que todos los comensales comen del mismo plato y con los dedos. Como postre existe una gran variedad de frutas dulces y maduras. El famoso café etíope, herencia del descubrimiento en este país de la planta del café y que debe su nombre a la provincia de Kaffa, donde monjes medievales aprendieron a utilizar su fruto, y el ritual que lo acompaña es un colofón perfecto en toda comida etíope.
12. Porque viajar a Etiopía representa una experiencia personal interesante, ya que descubrir este país tan increíble deja la sensación de descubrir en uno mismo algo realmente muy especial. Si pensamos en la expresión tan manida últimamente de la necesidad de salir de la propia zona de confort, éste es el destino ideal.
Pese a que se trata aún de un país con mucho a desarrollar y tener un 30% de la población viviendo prácticamente en el umbral de la pobreza, mayoritariamente rural y con estructuras poco preparadas aún para el turismo, con la excepción de infraestructuras de alta gama en la capital, visitar Etiopía es un encuentro con realidades desconocidas, una aventura personal impagable y una experiencia inolvidable.
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